UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA
CARRERA DE PSICOLOGÍA
Dr. ARTURO SILVA RODRÍGUEZ
Jefe de la Carrera de Psicología
P R E S E N T E
PROPUESTAS PARA EL MARCO ACADÉMICO-LABORAL PARA EL CAMBIO CURRICULAR DE LA CARRERA DE PSICOLOGÍA
EL CAMBIO CURRICULAR ¡ YA ¡
Uno de los primeros aspectos a señalar se refiere al grado de avance que se ha producido en torno a la elaboración de la nueva propuesta curricular cuya fase inicial se podría desarrollar a partir del próximo ciclo escolar. Se han conformado los grupos académicos “activos” que tendrán la responsabilidad de sustituir la organización académico-administrativa actual de las “áreas” que ya no responden a las necesidades de desarrollo académico de la carrera. Los claustros académicos deberán especificar sus propuestas de formación académica que, en su conjunto, conformará el nuevo espacio de la carrera. Lo anterior no significa que se deban desechar por decreto, sino que la organización académica por claustros debe recuperar su experiencia y si, como en el caso del área de Psicología clínica, se conforman como claustro, se deberá respetar la decisión de los profesores. No obstante, la vida académica de la carrera deberá ser revitalizada con el funcionamiento académico de los claustros.
La implementación del nuevo currículo debe definir, en principio, las características específicas de los claustros académicos que conformarán la nueva estructura académico-administrativa de la Carrera. Para la operación del nuevo currículo será necesario tener claro tanto la cantidad de claustros que conformarán la propuesta formativa en Psicología así como su ubicación y distribución en el mapa curricular. La articulación de los claustros constituye una tarea inmediata que la jefatura de la carrera junto con los representantes de los mismos deberán resolver ya. La ventaja principal de esta tarea reside en que se delinearía la nueva estructura curricular y los profesores tendrían la certeza de su adscripción en algún claustro.
El trabajo de la Jefatura debe ser complementado por una instancia académica conformada por la representación de los claustros cuya función principal será la coordinación académico-administrativa en la implementación del nuevo currículo, de modo tal que se evite duplicar innecesariamente actividades, se desperdicien recursos y se optimicen las condiciones que favorezcan la formación académica de los estudiantes de las nuevas generaciones.
Las condiciones académico-laborales de la planta docente se mantendrán en la nueva estructura curricular y se buscará la optimización de los recursos actuales con que cuenta la carrera. Debe quedar claro que en el nuevo currículo ningún profesor que desempeñe funciones académicas de docencia e investigación y que no esté cubriendo el interinato de otro profesor será desplazado y se deberá precisar su lugar equivalente en el nuevo currículo. De hecho, el funcionamiento inicial tomará como base la infraestructura académico-administrativa con que cuenta actualmente la carrera de Psicología, lo cual, si lo comparamos con la estructura derivada del plan de estudios de 1976, constituye un avance significativo en términos de los recursos asignados a Psicología y una adecuación a nuestra realidad curricular.
Otro de los aspectos significativos del trabajo de cambio curricular, de acuerdo a las propuestas hasta ahora conocidas para la conformación del nuevo currículo, se refiere al establecimiento de vínculos con los programas de posgrado e investigación con la carrera de Psicología. Es indudable que el enriquecimiento académico de estos vínculos redundará en la apertura de nuevas opciones de formación para la población estudiantil. Sin embargo, es necesario dejar claro que, en ningún caso, la incorporación de docentes del posgrado y/o de investigación no desplazará a docentes de la carrera, sino que deberá fortalecer las condiciones de la carrera.
Es importante señalar que con la nueva estructura curricular se estará en posibilidades de resolver problemas “irresolubles” hasta la fecha con las condiciones del “currículo actual” que, en alguna medida, ha dificultado un desarrollo pleno a profesores con una larga trayectoria académica. Aquí nos referimos a la situación de profesores de asignatura de 40 hrs. con múltiple nombramiento que desempeñan funciones de docencia, investigación y coordinación de servicio social. Lo anterior significa que estos docentes de asignatura han ejercido en la práctica las funciones de Profesores Asociados -que el H. Consejo Técnico ha autorizado por años- y en cuyo historial académico cuenta, entre otros aspectos, la obtención de grados académicos, amplia experiencia en la formación profesional y publicaciones especializadas.
En la nueva estructura curricular se requiere que el profesor participe en las funciones sustantivas de la UNAM –docencia, investigación y extensión- por lo que será necesario que dichos profesores tengan la oportunidad de acceder a un nombramiento acorde a su trayectoria académica y al ejercicio de las funciones que actualmente desempeña. Lo anterior no significa un aumento significativo para la institución en términos de costo económico si tomamos como parámetros de comparación el salario actual de profesores de 40 hrs y el salario de profesores de carrera. A manera de ejemplos mostramos los siguientes datos
NOMBRAMIENTO |
SUELDO MENSUAL NOMINAL |
Profesor de Asignatura “A” (40 h/s/m) |
$7037.60 |
Profesor de Asignatuta “B” (40 h/s/m) |
$8017.40 |
Profesor Asociado “A” |
$6,927.48 |
Profesor Asociado “B” |
$7,768.24 |
Profesor Asociado “C” |
$8,703.48 |
No está por demás señalar que la institución tiene la oportunidad de corregir la situación de estos docentes y que el cambio curricular constituye el marco en que es posible resolver este tipo de problemas que se han ido acumulando sin que hasta ahora se encontrase una solución seria y responsable.
Finalmente, creo que después de muchos años de intentarlo, estamos en las mejores condiciones de producir un cambio curricular que revitalice no solamente la vida académica de la carrera sino que favorezca la emergencia de nuevos vínculos entre la comunidad de Psicología y se genere un clima de trabajo y de relaciones interpersonales marcados por el respeto y la tolerancia a la diferencia. La prolongación de este proceso de cambio curricular en forma indefinida, crearía la sensación de enfrentarnos a la imposibilidad de construcción colectiva y daría la razón a aquellos que han desconfiado de la capacidad y voluntad de los docentes de la carrera para llevar a buen término este trabajo.
A T E N T A M E N T E
Mtro. RAFAEL PALACIOS ABREU
Pdte. del Colegio de Académicos de Psicología
4 de noviembre del 2002